
El mantenimiento preventivo de una lavadora es clave para evitar averías, mejorar su eficiencia y prolongar su vida útil. Con unos sencillos cuidados, puedes ahorrar dinero en reparaciones y mantener tu electrodoméstico funcionando como el primer día.
1. Limpieza del Tambor y el Filtro
Con el tiempo, los residuos de detergente, cal y suciedad pueden acumularse en el tambor, reduciendo la eficiencia del lavado y generando malos olores. Para evitarlo:
Lava el tambor mensualmente: Ejecuta un ciclo de lavado en vacío con agua caliente y dos tazas de vinagre blanco. Esto eliminará bacterias y residuos.
Limpia el filtro: Ubica el filtro de la bomba de drenaje (normalmente en la parte inferior de la lavadora), ábrelo y retira pelusas o pequeños objetos atrapados.
2. Revisión y Limpieza de la Goma de la Puerta
La goma de la puerta es un área propensa a la acumulación de moho y residuos de detergente. Para mantenerla en buen estado:
Sécala después de cada lavado: Usa un paño seco para retirar el exceso de agua.
Límpiala semanalmente: Mezcla agua con bicarbonato de sodio o vinagre blanco y frota con un cepillo de dientes viejo.
3. Uso Correcto del Detergente y Suavizante
El exceso de detergente puede dejar residuos pegajosos que afectan el tambor y las tuberías. Para optimizar su uso:
Usa la cantidad recomendada por el fabricante.
Prefiere detergentes líquidos para evitar acumulaciones.
No viertas suavizante directamente sobre la ropa, usa el compartimento adecuado.
4. Inspección de Mangueras y Conexiones
Las mangueras de agua pueden deteriorarse con el tiempo y causar fugas. Para prevenir problemas:
Verifica que no haya grietas o desgaste cada seis meses.
Asegura las conexiones para evitar filtraciones de agua.
Reemplaza las mangueras cada 3-5 años, aunque parezcan en buen estado.
5. Evitar Sobrecargas y Distribuir Bien la Ropa
Cargar demasiada ropa afecta el rendimiento del lavado y el motor de la lavadora. Para un uso eficiente:
Consulta el manual para conocer la capacidad máxima de carga.
Distribuye la ropa uniformemente para evitar desbalances que pueden dañar el tambor.
Lava en función del tipo de ropa: separa prendas pesadas de las ligeras.
6. Mantener la Ventilación y Evitar la Humedad
Después de cada lavado, es importante dejar que el interior de la lavadora se seque correctamente:
Deja la puerta entreabierta después de cada uso para permitir la circulación de aire.
Saca la ropa inmediatamente una vez finalizado el ciclo para evitar la formación de moho.
7. Descalcificación y Eliminación de Olores
Si vives en una zona con agua dura, la cal puede acumularse en el interior de la lavadora. Para evitarlo:
Usa descalcificantes comerciales o vinagre blanco cada dos meses.
Lava con bicarbonato de sodio ocasionalmente para eliminar olores desagradables.
8. Revisión del Panel de Control y Funciones Electrónicas
Algunas fallas pueden deberse a un mal uso del panel de control. Para evitar errores:
Lee el manual del usuario para conocer todas las funciones de la lavadora.
No pulses varios botones a la vez si no estás seguro de su función.
Si notas fallos en la pantalla digital, desenchufa la lavadora durante unos minutos y vuelve a encenderla